PRESENTACIÓN DEL BLOG

22.12.2024

Domingo, 22 de diciembre de 2024

En febrero de 2019 descubrí, de forma casual, que el catedrático de Literatura Española de la Universidad de Alicante, Juan Antonio Ríos Carratalá, mencionaba a mi padre, Antonio Luis Baena Tocón, fallecido hace muchos años, en varios de sus artículos publicados en internet. Estos textos contenían evidentes falsedades. Al darme cuenta, le expresé mi protesta.

Sin embargo, nadie sabe realmente cómo se desenvolvieron los acontecimientos, su proceder ha permanecido opaco, algo a lo que no le ha dado ninguna publicidad, sin que mostrara interés en actuar con transparencia y en contra de como debiera reaccionar y responder un supuesto historiador. En cambio, difundió versiones falsas que tuvieron gran alcance, mientras que mis respuestas carecieron de visibilidad. Él contó con múltiples medios y plataformas para amplificar su discurso —actualmente hay más de mil publicaciones relacionadas con este tema—, mientras que yo fui desacreditado, silenciado e incluso objeto de insultos y amenazas.

He decidido contar esta historia. Aunque mi relato pueda parecer inicialmente desordenado, se irá componiendo el puzzle para dar lugar a mi objetivo: plasmar mi verdad en un libro.

Este blog no pretende ser un espacio para debates historiográficos, sino un lugar para dejar constancia, con evidencias, de que no todo vale en el contexto de una auténtica Memoria Histórica y Democrática. En este caso, el catedrático Juan Antonio Ríos Carratalá ha reescrito la vida de mi padre, Antonio Luis Baena Tocón, fallecido hace más de 27 años, empleando inexactitudes, falsedades y manipulación de documentos históricos. Con la aparente intención de describir el engranaje represor de la posguerra y concretamente en el Juzgado Especial de Prensa. Para construir su libelo ideológico no le ha importado pisotear la memoria de alguien a quien lo ha presentado como un auténtico monstruo, atribuyéndole un fanatismo ideológico desmedido, algo completamente alejado de la realidad, más propio del autor.

Cuando el catedrático se vio cuestionado y descubierto, en lugar de afrontar las críticas, sabiendo que había escrito y publicado mucho más que por lo que se le decía, optó por intentar engañarme cínicamente y, al mismo tiempo hacer una huida hacia adelante, intentando censurarme y desacreditarme, propiciando una campaña de desinformación que amplificó aún más las mentiras sobre mi padre y sobre mí, con el claro objetivo de desacreditarme. Posteriormente, intentó justificarse ante el juzgado y la sociedad con argumentos que banalizan su proceder, normalizando una versión distorsionada de los hechos.

Este comportamiento parece responder a un único objetivo: atacar ideológicamente a un régimen que terminó hace casi 50 años, sin la más mínima objetividad. Al hacerlo, perpetúa un discurso de conflicto, fanatismo y guerra civilismo, como si aún intentara ganar una guerra que ya fue perdida por otros.