LA UNIVERSIDAD DE ALICANTE CEDIÓ A LA PRESIÓN MEDIÁTICA, POLÍTICA Y ACADÉMICA.

29.12.2024

Domingo, 29 de diciembre de 2024.

En 2019, el entonces Rector de la Universidad de Alicante, Manuel Palomar, se enfrentó a una polémica generada por el catedrático Ríos Carratalá, quien supo gestionar hábilmente los medios de comunicación, en colaboración con Ferrán Bono, periodista del diario El País, y otros medios. Este movimiento desencadenó el "trending topic" al que me he referido en artículos anteriores, durante junio de ese año. Ríos Carratalá logró confundir a la opinión pública difundiendo la idea de que yo estaba en contra de la libertad de expresión y la libertad de cátedra, defendiendo además que apoyaba la censura —esa misma que tanto esfuerzo costó combatir—, y que mi intención era borrar archivos históricos, cambiar la historia y reescribirla.

Sin embargo, mi única intención era solicitar que Ríos Carratalá retirara ciertos artículos de su autoría (en ese momento, con desconocimiento por mi parte de la dimensión de sus trabajos al respecto) . Dichos textos, según mi análisis, contienen evidentes falsedades y carecen de rigor, al estar llenos de opiniones y suposiciones personales que no se corresponden con los documentos históricos. En su reacción, creo que quedó claro que él era plenamente consciente de las inconsistencias de lo que había escrito. En realidad, ha sido él quien ha reescrito la vida de mi padre de manera distorsionada.

No tengo ningún problema en que se publiquen los documentos históricos tal como son; no así que sean sustituidos por textos llenos de falsedades, injurias y calumnias. Esto ha llevado a que, en su lectura, muchas personas se sintieran autorizadas a emitir comentarios y adjetivos inapropiados sobre mi padre, Antonio Luis Baena Tocón, el demandante y nuestra familia en general. Además de innumerables insultos, se han llegado a recibir amenazas y "consejos" como el de cambiarse de nombre.

Tal como mencioné en un artículo anterior, abordaré más detalles sobre los insultos y amenazas en un próximo escrito.

Fuente: Nova Ciencia. Campus de la Universidad de Alicante. Facultad de Filosofía y Letras.
Fuente: Nova Ciencia. Campus de la Universidad de Alicante. Facultad de Filosofía y Letras.

El 30 de julio de 2019, el diario El Mundo publicó un artículo titulado "El funcionario que condenó a muerte a Miguel Hernández". Este tema tuvo una amplia repercusión en prensa, radio, televisión y redes sociales. Sin embargo, ningún medio se tomó la molestia de contrastar los documentos históricos ni de verificar los hechos conmigo. ¿Es acaso censura cuando, en un tema controvertido, solo se le da voz a una de las partes, ignorando por completo a la otra?

Dispongo de capturas de pantalla y enlaces que respaldan lo sucedido. Algunos de ellos los iré compartiendo, ya que la mayoría aún están disponibles en la red, perpetuando el daño causado con el paso del tiempo. Durante este proceso, Ríos Carratalá concedió entrevistas y realizó publicaciones en diversos medios, aprovechando su presencia en prensa, radio, televisión y redes sociales para movilizar a la sociedad. Alentó a profesores universitarios, historiadores, periodistas e instituciones a unirse a su narrativa, siempre bajo el paraguas del derecho a la información y la libertad de expresión. Irónicamente, acusó de que se quería "reescribir la Historia", cuando en realidad es él quien la ha manipulado con un claro sesgo ideológico.

La presión fue significativa, tanto que incluso la universidad decidió respaldar a Ríos Carratalá en lo que parece una cruzada personal y una retorcida vendetta, utilizando un libelo difamatorio como herramienta para distorsionar la verdad histórica. Cabe recordar que los derechos fundamentales de libertad de expresión e información no son una patente de corso para tergiversar la Historia ni para justificar ataques contra la verdad.