LA HISTORIA COMO ESCUDO Y LA VÍCTIMA IMAGINARIA

28.10.2025

Fecha de publicación original: 6 de septiembre de 2023
Título original: La portada del sumario de un condenado a muerte: Manuel Navarro Ballesteros
Autor: Juan Antonio Ríos Carratalá
Enlace: https://varietesyrepublica.blogspot.com/2023/09/la-portada-del-sumario-de-un-condenado.html

 1. Tipo de alusión

Indirecta, pero clara. La nota final del texto alude a la existencia de "tres procesos judiciales" ligados a un nombre incluido en una portada de sumario que no muestra, y aprovecha esa circunstancia para presentarse como un investigador censurado, víctima de ataques a la libertad de expresión.
No nombra directamente a mi padre, pero es evidente la referencia a mi caso y a su utilización mediática y retórica del mismo.


2. Estrategia discursiva del autor

  • Estrategia de victimismo calculado: al no mostrar el documento y añadir la nota final, se presenta como un historiador limitado por procesos judiciales "que no le permiten mostrar la verdad".

  • Lenguaje autolegitimador: se autodefine como autor de "un trabajo histórico" —como si con esa etiqueta blindara su relato contra cualquier crítica, incluso las que demuestran falsedades.

  • Reescritura de la situación jurídica: habla de "tres procesos judiciales" de forma ambigua y manipuladora, sin precisar si son contra él ni por qué.

  • Silencio táctico: evita mencionar nombres concretos (incluido el de mi padre), intentando aparentar prudencia, cuando en realidad lo utiliza para seguir explotando el relato victimista.

  • Construcción de relato mediático: vincula la existencia de procesos judiciales con "ataques a la libertad de expresión", como ya ha hecho reiteradamente.

3. Puntos discutibles

  • Ambigüedad calculada: menciona "tres procesos judiciales" sin aclarar su naturaleza ni su relación con su actuación.

  • Autolegitimación académica: presenta su texto como "trabajo histórico" para blindar sus afirmaciones frente a críticas legítimas, aunque en otras ocasiones haya manipulado documentos.

  • Víctima autoproclamada: utiliza el conflicto judicial como herramienta para reforzar su imagen pública de "investigador acosado".

  • Silencios tácticos: no menciona nombres para parecer prudente, pero los insinúa, manteniendo activo su relato sin exponerse directamente.

  • Desplazamiento narrativo: convierte un proceso jurídico basado en falsedades en un supuesto "ataque a la libertad de expresión", tergiversando su naturaleza.

4. Réplica narrativa: "La historia como escudo y la víctima imaginaria"

El victimismo es un recurso tan viejo como eficaz.
Cuando Ríos Carratalá añade al final de su texto que "no reproduce la portada" de un sumario porque en ella "figura un nombre cuya cita es objeto de tres procesos judiciales", no está informando: está construyendo un relato.
Con una frase cuidadosamente calculada, se presenta como un historiador que quiere contar "la verdad" pero no puede porque lo "censuran". No aclara cuáles son esos procesos, ni contra quién, ni por qué. Tampoco menciona que si existen no es porque nadie haya querido "borrar la historia", sino porque se han señalado falsedades, manipulaciones y tergiversaciones graves.
Lo más cómodo es envolverse en la bandera de la libertad de expresión y fingir persecución. Lo más difícil, asumir responsabilidades por haber lanzado nombres a la opinión pública acompañados de falsedades históricas.
La frase "un trabajo histórico" no transforma en verdad lo que no lo es. No convierte una manipulación en rigor, ni una insinuación en documento.
Hablar de "tres procesos" sin explicar nada es un modo de victimizarse sin asumir nada. Como buen manipulador de lenguaje, sabe que las palabras pesan más que las pruebas cuando se lanzan desde una tribuna universitaria.
Lo que no dice es que esos procesos no nacieron de censura, sino de mentira. Y que el silencio momentáneo sobre nombres propios no es respeto, es cálculo.
Lo veremos: calla cuando le conviene, pero no por pudor, sino por estrategia.