LA CRUZADA INVENTADA: CUANDO EL RELATO SUSTITUYE A LOS HECHOS

Título:
LA CRUZADA INVENTADA: CUANDO EL RELATO SUSTITUYE A LOS HECHOS
Fecha:
martes, 28 de septiembre de 2021
Enlace original:
https://varietesyrepublica.blogspot.com/2021/09/mas-noticias-sobre-la-cruzada-judicial.html
Tipo
de alusión: Indirecta, pero con carga difamatoria: etiqueta
tu protesta como "cruzada judicial" y amplifica la narrativa en
un medio afín.
Estrategia discursiva:
Reforzar un marco interpretativo ("cruzada judicial") que presenta mi demanda como exagerada, ideológica y hostil.
Derivar legitimidad de terceros (el medio A Punt) para aparentar objetividad.
Mantener su papel de "académico asediado" y "víctima" mientras se omite tu versión.
Puntos discutibles o falsos
Término "cruzada judicial"
Es una etiqueta con carga ideológica y connotaciones de irracionalidad o fanatismo, cuando en realidad se trató de una demanda legítima por falsedades documentadas.
Encubre que la acción legal fue consecuencia de su reiteración de afirmaciones falsas, no de un intento de censura.
Difusión unilateral en medios
Aprovecha la cobertura de un medio afín para reforzar su relato, evitando cualquier contraste conmigo (nada nuevo).
Esto constituye un sesgo informativo: se ofrece solo su versión, presentándola como "la" versión.
Corporativismo académico y mediático
Presenta tu reacción como un ataque a la "libertad académica", mientras calla que lo que se cuestiona no es investigar, sino falsear hechos.

Réplica narrativa: "La cruzada inventada: cuando el relato sustituye a los hechos"
Cuando alguien repite una mentira y logra que un medio la amplifique, el resultado no es información: es propaganda. El Sr. Ríos Carratalá acuñó la etiqueta "cruzada judicial" para reducir una demanda legítima a un eslogan ideológico. No hubo cruzada: hubo la protesta de un hijo ante las falsedades sobre su padre.
El invento de la "cruzada"
Creativo para
titular lo que no le gusta, el Sr. Ríos decide encapsular mi demanda
civil en un marco de irracionalidad, fanatismo o venganza personal.
La etiqueta "cruzada judicial" es un golpe retórico que le
permite sugerir que mi protesta carece de fundamento y obedece a una
motivación ideológica.
Pero la realidad es más simple: fue un
acto legítimo de defensa frente a afirmaciones falsas, repetidas
durante años en libros, artículos, entrevistas y conferencias.
Afirmaciones que él mismo reconoció haber "simplificado" para
que "la gente lo entendiera", como si la verdad fuera un
accesorio moldeable a su conveniencia.
El eco mediático conveniente
En esta
entrada, Ríos se hace eco de una noticia de A Punt, medio afín
ideológicamente, que repite su versión sin contraste. El mecanismo
es previsible:
Él lanza el término ("cruzada judicial").
Un medio lo recoge y lo amplifica.
Él cita al medio como si fuera una validación independiente.
Resultado: se refuerza la misma idea sin que nadie escuche la otra parte.
Corporativismo y victimismo selectivo
No es
un hecho aislado. Desde 2019, Ríos ha cultivado un ecosistema
mediático y académico que difunde su relato como verdad
incuestionable, negando sistemáticamente mi voz. Defiende su derecho
a investigar, pero no mi derecho a exigir que lo haga sin
falsedades.
El resultado es un discurso donde él siempre
aparece como "académico asediado", mientras yo soy retratado
como un enemigo de la libertad académica. Curiosa forma de entender
la libertad: él puede etiquetar y simplificar sin límite; si yo lo
desmiento, soy un censor.
La realidad frente a la ficción
Lo que él
llama "cruzada" fue exigir a un tribunal que determinara si sus
afirmaciones eran ciertas. Y la justicia ya dictó sentencia: hubo
falsedad y hubo condena. Lo demás es relato. Y un relato, por mucho
que se repita en conferencias y entrevistas, no se convierte en
verdad.
Que no se preocupe el Sr. Ríos: no voy a organizar ninguna cruzada. Me basta con desmontar, una a una, sus frases grandilocuentes y suposiciones sin base. Porque mientras él colecciona titulares complacientes, yo colecciono pruebas.