FERRÁN BONO ARA: UN PERIODISTA ALIADO DE RÍOS CARRATALÁ DESDE LAS TRINCHERAS POLÍTICAS

28.12.2024

CÓMO REACCIONA EL CATEDRÁTICO ANTE LA RECLAMACIÓN INICIAL Y CÓMO COMIENZA LA CAMPAÑA DE DESINFORMACIÓN... (escrito en 2020, actualizado en 2024)


Sábado, 28 de diciembre de 2024

Ríos Carratalá recurre a su amigo Ferrán Bono, licenciado en Filología Hispánica como también lo es el conocido presentador de realities en Tele5, Jorge Javier Vázquez, periodista que accede a la profesión a través del Máster de Periodismo El País/UAM llegando a jefe de la sección de Cultura de El País y fichaje personal como candidato nº 5 de la lista del PSOE al Congreso por Valencia por impulso de la que fue exvicepresidenta del Gobierno y presidenta del Consejo de Estado, María Teresa Fernández de la Vega, consiguiendo su acta como diputado en las Cortes Generales por el PSOE, durante la IX Legistatura ( 2008 - 2011 ), ilustre leguleyo e hijo de Emérito Bono Martínez, militante del PCE, Partido Comunista de España, desde 1966 hasta su abandono en 1989 cuando se pasó a las filas del PSOE. Fue diputado del grupo comunista en las Cortes Constituyentes de 1977 y en la I Legistatura de 1979, y curiosamente colaborador en un estudio sobre comercio exterior del País Valencià, patrocinado por una entidad, modelo de referencia del " salvaje " capitalismo de los EEUU, la Fundación Ford. ¡ Extraña contradicción ideológica !.

Fuente: Congreso de los Diputados. Emérito Bono, padre de Ferrán Bono
Fuente: Congreso de los Diputados. Emérito Bono, padre de Ferrán Bono


Emérito Bono, Vicerrector de la Universidad de Valencia entre 1984 y 1986, fue además catedrático de Política Económica en la Universidad de Valencia y más tarde de Economía Aplicada cuando se retiró de la política, la misma materia académica que ocupó el ideólogo cercano a Ríos Carratalá, Ángel Viñas, lo que lleva a pensar: ¿se hereda el título de "padre de la patria" por linaje?...

Ferrán Bono se puso en contacto conmigo y me planteó una trampa retórica al declararse "no político". ¡Qué eufemismo tan peculiar! 


Conservo los correos que me envió Ferrán Bono y las respuestas que le di. El 17 de junio de 2019, a última hora de la noche, me escribió preguntándome "los motivos por los que he solicitado el derecho al olvido sobre el nombre de mi padre y por qué lo hago ahora y no antes". En su mensaje no mencionó nada acerca de publicar algo, realizar una entrevista, ni otros propósitos similares. Le respondí con sorpresa, cuestionando cómo había obtenido mi correo. Él me explicó que tenía un contacto en la Universidad de Alicante interesado en el tema. En mi respuesta, dejé muy claro que no soy redactor, ni investigador, ni tengo interés alguno en politizar este asunto.

Contesté ampliamente a sus preguntas: solicité el derecho de supresión de datos sobre mi padre porque he visto cómo se ha reescrito su vida, con falsedades evidentes que tergiversan el contenido de los documentos históricos. Decidí hacerlo ahora porque es cuando he tomado plena constancia de estas distorsiones.

Fuente: Levante. Ferrán Bono en un acto de campaña del PSOE
Fuente: Levante. Ferrán Bono en un acto de campaña del PSOE

Sin embargo, apenas unas horas después, al inicio del día 18 de junio de 2019, Ferrán Bono publicó el correo que le envié (sin advertirme, consultarme o pedirme autorización), por lo que me sentí profundamente engañado, dando paso a la campaña de desinformación. En un gesto de ironía, lo felicité por haber logrado lo que parecía ser el objetivo de su amigo Ríos Carratalá. Bono no respondió a mi mensaje, lo que refuerza la idea de que fue Ríos Carratalá quien le facilitó mi correo. Según me comentaron, Carratalá habría sido su profesor cuando estudiaba Filología Hispánica en la Universidad de Valencia. No sé si esto es cierto, ya que Ríos Carratalá era profesor universitario de Filología Hispánica desde 1998, pero en la Universidad de Alicante, donde obtuvo la cátedra en 2002. No creo que el correo se lo proporcionara el Rector Manuel Palomar o la Delegada de Protección de Datos..e medios 

Como antes decía, pocas horas después —prácticamente ese mismo día, el 18/06/2019— comenzó el trending topic. Inmediatamente. Está claro que la noticia de El País la esperaba con ansiedad Ríos Carratalá, quien me envió otro correo electrónico, con el asunto "Colaboración". En él, se dirigió a mí como "Estimado amigo" y, en un ejercicio de hipócrita cinismo, afirmó que "si podía demostrarle alguna falsedad, la tendría en cuenta en sus investigaciones".

Esto es especialmente importante porque la opinión pública debe saber que ese supuesto ofrecimiento, al que tantas veces ha hecho referencia —incluso durante el juicio del 14 de octubre de 2024—, es completamente falso y nunca existió como él lo ha pregonado. Ese ofrecimiento no fue reiterado en ningún momento, y la única vez que ocurrió fue a través del correo antes mencionado, cuando el trending topic ya estaba en marcha y llegaban entre 60 y 70 publicaciones diarias de medios dándole voz. En medio de esa tormenta mediática, Ríos Carratalá, con una actitud que podría compararse al engaño propio de un trilero en la sevillana calle Sierpes, me hizo un falso ofrecimiento de "colaboración" que resultaba más bien una trampa disfrazada de cortesía. Era como decirme: "Ven a darme un abrazo, que te voy a apuñalar".

Le respondí dejándole claro que no había hecho ninguna declaración al diario El País, sino que alguien cercano a él me había hecho unas preguntas a las que respondí. Él lo sabía perfectamente —quien calla otorga— y también sabía que yo podía demostrar las falsedades en sus trabajos, como se lo expresé en mi respuesta: que lo haría de la manera que considerara más adecuada. Era plenamente consciente de que había manipulado fuentes históricas y mancillado la memoria de mi padre. Esto demuestra el cinismo e hipocresía de Ríos Carratalá, ya que, incluso cuando presenté el procedimiento de derecho de supresión, explicando las falsedades, a sabiendas de éstas él no rectificó y se limitó a dar entrevistas con nuevas falsedades y presentar un recurso de alzada.

Todo lo que le dije a Ferrán Bono era cierto, por lo que no había ningún problema con mi declaración inicial. El problema surgió cuando se publicaron versiones parciales, se sacaron textos de contexto o se modificaron deliberadamente. Esto me expuso a un trending topic que duró aproximadamente una semana (y en otra ocasión adicional). La presión mediática fue enorme, con menciones en radio, prensa, televisión y, especialmente, en redes sociales. Esto es lo que se conoce como el "efecto Streisand", y en este caso fue claramente manipulado con habilidad para ejercer presión sobre el Rectorado, sumándose a la que ya ejercía Ríos Carratalá desde dentro de la universidad.

Posteriormente, comenzaron a aparecer numerosas publicaciones en distintos medios hasta la fecha, muchas de ellas claramente politizadas y de ideología afín a sus intereses. Incluso se difundieron textos generados con inteligencia artificial, alguna canción, etc., plagados de falsedades susceptibles de ser demandadas. Curiosamente, esas publicaciones contenían palabras empleadas por el propio catedrático, quien llegó a desmentir su autoría en una entrada de su blog, concretamente la de la canción que él mismo reconocía llena de falsedades. A todo ello se sumó el apoyo de sus seguidores ideológicos, fanáticos y politizados, muchos de los cuales ni siquiera leían los textos originales. También contó con el respaldo "incondicional" de algunos colegas, quienes, en un claro ejemplo de corporativismo profesional, defendieron su postura. Sin embargo, algunos de estos colegas, tras haber sido hábilmente engañados, luego rectificaron su apoyo "incondicional" al comprender mejor la situación o al admitir que desconocían tanto las circunstancias como los trabajos del catedrático. Esto lo detallaré en otro momento.