EL AVAL QUE TODO LO EXPLICA (O ESO CREE EL AUTOR)
(A propósito de "Una jornada con Marc Carrillo, catedrático de Derecho Constitucional")
Micrófonos
amigos, colegas juristas y la estratosfera del ego
Cuando
el aval sustituye a la corrección.
1. Análisis de una entrada de blog
Autor: Juan Antonio Ríos Carratalá
Blog:Varietés y República
Fecha: miércoles, 6 de marzo de 2024
Título original:Una jornada con Marc Carrillo, catedrático de Derecho Constitucional
Enlace:
https://varietesyrepublica.blogspot.com/2024/03/una-jornada-con-marc-carrillo.htmlContexto:
Entrada de carácter institucional y autopromocional en la que el autor relata una jornada académica en la Universidad de Alicante con el catedrático emérito de Derecho Constitucional Marc Carrillo, combinando agradecimientos, difusión mediática y una afirmación explícita de legitimación académica de su propio trabajo.

2. Estrategia discursiva: legitimarse por proximidad
La estrategia central de esta entrada no es el análisis del libro de Marc Carrillo ni el debate jurídico sobre el derecho represivo, sino algo mucho más sencillo y eficaz: la legitimación por proximidad.
El texto se articula en tres movimientos claros:
Escenario universitario (Universidad de Alicante): prestigio institucional.
Altavoces mediáticos (Radio Alicante – Cadena SER, diario Información): visibilidad sin fricción.
Colega jurista de alto rango (Marc Carrillo): aval académico.
El autor no discute, no problematiza ni contrasta. Se muestra acompañado, invitado, escuchado. El mensaje implícito es evidente: si estoy aquí, si hablo con ellos, si me invitan, es que lo que hago está bien.
3. El micrófono incondicional: Arcaya y la ausencia de contraste
La mención a Carlos Arcaya no es anecdótica. Se trata de un periodista que le ha brindado micrófono incondicional durante más de una década.
No
se trata de cuestionar la profesionalidad del periodista, sino de
señalar un hecho objetivo:
en estas intervenciones no
hay contraste, no
hay preguntas incómodas, no hay confrontación con los errores
documentados que pesan sobre la obra del autor.
El micrófono funciona como espacio de autopresentación, no como ejercicio periodístico. Y eso refuerza un relato cómodo, circular y autocomplaciente.
4. "Gracias a colegas como Marc Carrillo…": el salto lógico
El núcleo problemático de la entrada está en este párrafo:
"Gracias a colegas como Marc Carrillo y otros juristas que me han ayudado, creo haber superado esta dificultad…"
Aquí se produce un salto lógico injustificado:
Haber hablado con juristas
≠ haber eliminado errores
≠ haber comprendido correctamente los procedimientos
≠ haber dejado de cometer inexactitudes
Porque, a fecha de hoy, el abanico de errores e inexactitudes es amplio y verificable, especialmente en lo que respecta a los procedimientos judiciales que nos ocupan.
Si esos juristas existieron —y no hay motivo para dudarlo—, no parece que hayan aclarado los aspectos esenciales sobre los que el autor sigue pontificando con seguridad magistral, pero con escaso conocimiento real.
5. El aval como coartada frente a la crítica
Resulta especialmente llamativo que el autor afirme:
"los futuros historiadores tendrán un camino allanado…"
cuando, por otra parte, ha sostenido que "mi actuación pone en peligro la investigación en España" llegando a presentarme poco menos que como una amenaza para la libertad académica.
Ambas cosas no pueden ser ciertas al mismo tiempo.
O bien:
la investigación está en peligro,
o bien:el camino está allanado gracias a libros modélicos.
Esta contradicción no se explica ni se resuelve. Simplemente se ignora.
6. El ego en la estratosfera
El resultado final de la entrada no es la difusión del trabajo de Marc Carrillo, sino la autoubicación del propio autor en una posición incuestionable:
rodeado de colegas prestigiosos,
difundido por medios afines,
agradecido y agradecible,
convencido de haber alcanzado una suerte de culminación metodológica.
Todo ello mientras los errores persisten y las críticas documentadas se despachan como ataques ideológicos o incomprensión.
7. Conclusión
Una jornada con Marc Carrillo no es una entrada informativa ni académica. Es un ejercicio de blindaje discursivo.
El
autor no demuestra que haya superado errores: afirma
que los ha superado.
No
responde a las críticas: las
rodea de avales.
No
corrige: se
legitima.
Y en ese proceso, el prestigio ajeno —universitario, mediático y jurídico— se convierte en coartada perfecta para seguir dando lecciones magistrales sin afrontar los problemas reales de su trabajo.