DE TRAMPAS Y TRAMPILLAS (UNA HEROICIDAD REAL)

Entrada original:
Título: La heroicidad y sus trampas
Fecha: 12/01/2020
Enlace: https://juanantonioriosvarietes.blogspot.com/2020/01/la-heroicidad-y-sus-trampas.html
Modo de alusión:
Indirecta pero inequívoca. Utiliza el cliché de "los que aún reivindican méritos de sus familiares" para desacreditar todo relato familiar que no encaje con su narrativa ideológica. El ataque no se dirige a un caso concreto, pero el contexto general y los precedentes dejan claro que el dardo va en dirección conocida. Más aún cuando alude a "otros nombres" que algunos insisten en reivindicar como víctimas de una historia tergiversada, en clara alusión a mi padre.
Estrategia discursiva:
Desprecio condescendiente hacia toda memoria familiar que no se adhiera a su interpretación oficial del pasado. Estigmatización de la emoción y la experiencia vivida como fuentes inválidas. Utiliza el argumento de autoridad ("lo heroico según la literatura" y según él mismo) para ridiculizar la figura del familiar recuperado. Ironiza sobre "los héroes sin epopeya" para justificar su burla de quienes no encajan en su marco de referencia política.
Puntos discutibles:
Cuestiona sin matices toda reivindicación personal o familiar de la dignidad en contextos de posguerra.
Ridiculiza el derecho a rescatar historias de vida con el argumento de que no tienen valor épico.
Invierte la carga de la prueba: no prueba que algo sea falso, pero desacredita todo lo que no sea heroico "a su manera".
Reproduce la idea de que solo quienes fueron perseguidos por el franquismo tienen derecho a memoria.
Réplica argumentada
En su entrada La heroicidad y sus trampas, Ríos Carratalá se dedica a desmontar lo que él llama "relatos familiares con pretensiones épicas". La heroicidad, según él, es sospechosa si no está homologada por su propio canon ideológico. Y todo intento de rescatar una historia personal —sobre todo si rompe su relato único— queda reducido a "trampilla de revisionistas".
No hace falta que diga nombres. Lleva tiempo escribiendo entre líneas, lanzando dardos sin firmar, aludiendo a "hijos de franquistas" que ahora se ofenden, a quienes "pretenden limpiar el pasado con anécdotas", a los que "reclaman méritos donde solo hubo obediencia".
Pues bien: sí, yo reclamo el mérito de haber crecido escuchando una historia que se parecía poco a la que ahora me quieren imponer. Reclamo el derecho a revisar archivos, contrastar documentos, defender a un hombre injustamente señalado. Y si eso es una trampa, que vengan a cerrármela, pero con pruebas. No con sarcasmos.
No todos los héroes llevan capa. A veces, el heroísmo es volver del exilio a cumplir el servicio militar en un país que ejecutó a tu padre. A veces es negarse a firmar penas de muerte. A veces es callar para no poner en peligro a tu familia. Otras veces es simplemente vivir con decencia y sin rencor.
Mi padre no buscó epopeyas. Pero tampoco merecía que un catedrático que nunca lo conoció lo retratase como mediocre o prescindible. Lo que sí merecía, y merece, es que alguien diga: eso no es verdad.
Aquí lo hago.